"He oído sus gritos contra los opresores y he bajado a liberarlos"

(Ex 3, 7-8)

San Pedro Nolasco y su obra


San Pedro Nolasco y su obra
           Tras quince años de admirable acción de redimir cristianos cautivos, Pedro Nolasco y sus compañeros veían con preocupación que, día a día, se acrecentaba el número de cautivos.
                El líder animoso, de sólida y equilibrada devoción a Cristo y a su bendita Madre, no se sintió agobiado ante la magnitud de la misión iniciada y su pequeñez personal.
                  Buscó en su fervorosa oración la inspiración divina para poder continuar la obra de Dios iniciada por él. En esta circunstancia, la noche del 1 al 2 de agosto de 1218, ocurrió la intervención especial de María santísima en la vida de Pedro Nolasco:
        Una experiencia mariana sorprendente, que iluminó su inteligencia y movió su voluntad para que convirtiera su grupo de laicos redentores en una Orden Religiosa Redentora.

                Tras los trámites de rigor, el 10 de agosto de 1218 se llevó a cabo, con toda solemnidad, la fundación de la Orden Religiosa Redentora de cautivos en el altar mayor de la catedral de la Santa EULALIA de Barcelona.
               La misión de la Orden de la Virgen María de la Merced de la redención de cautivos es:
              "Visitar y librar a los cristianos que están en cautividad y en poder de sarracenos o de otros enemigos de nuestra Ley... por la cual obra de misericordia o merced... todos los frailes de esta orden, como hijos de verdadera obediencia, estén siempre alegremente dispuestos a dar sus vidas, si es menester, como Jesucristo la dio por nosotros" (Primeras Constituciones de la Orden de 1272).
Actividad redentora

             La novedad que Pedro Nolasco introduce en su obra redentora se expresa en la entrega generosa de sí mismos para intercambiarse por los cautivos, de igual manera, la recolección para la compra y libertad de los mismos en tierras de moros, esta obra contó desde sus orígenes con la colaboración de muchos cristianos que sensibilizados por la obra de caridad de Pedro Nolasco no dudaron en colaborar monetariamente con él para la compra y libertad de los cristianos cautivos.





        Todo fraile, en fuerza de su profesión, quedaba convertido en auténtico limosnero de la redención y si esta colecta no alcanzaba debía en obligación intercambiarse por los cautivos y quedar como rehén hasta que le rescataran; y, donde no había religiosos, instituye hermandades, convoca a los fieles agrupándolos en la Cofradía de la limosna de los cautivos.
            Es de recalcar que cuando el dinero faltaba, el redentor quedaba obligado a entregarse como rehén y expuesto a dar la vida con tal de liberar al cautivo.



Fundación y propagación de la Orden de la Merced
Pedro Nolasco solicitó a la Sede Apostólica la confirmación de su obra redentora. El papa Gregorio IX, el 17 de enero de 1235 en Perusa (Perugia), con la bula “Devotionis vestræ” incorporó canónicamente la nueva Orden a la Iglesia universal, los mercedarios decidieron seguir la regla de san Agustín como norma de vida. Vida fraterna en comunidad.
En vida del santo Fundador la Orden alcanzó a contar con 100 frailes y 18 conventos, extendidos por el reino de Aragón y el sur de Francia.
Los frailes hacían, además de los tres votos de la vida religiosa, pobreza, castidad y obediencia, un cuarto: dedicar su vida a liberar esclavos.
Al entrar en la orden los miembros se comprometían a quedarse en lugar de algún cautivo que estuviese en peligro de perder la fe, en caso de que el dinero no alcanzara a pagar su redención.
Entre los que se quedaron como esclavos está San Pedro Armengol, un noble que entró en la orden tras una juventud disoluta y se convirtió en un gran santo Mercedario. Este cuarto voto distinguió a la nueva comunidad de mercedarios.
San Pedro Nolasco y sus compañeros, antes de la fundación de la Orden, en el período institucional hasta su muerte, lograron rescatar a más de 5.000 cautivos.
San Pedro Nolasco: Muerte y devoción
El día 6 de mayo de 1245, en Barcelona, casa madre de la Orden, murió el patriarca fundador de la Orden de la Merced. Su cuerpo fue sepultado en la iglesia de dicho convento.
Antes de morir, a los 77 años (el 25 de diciembre de 1258), pronunció el Salmo 76:
"Tú, oh Dios, haciendo maravillas, mostraste tu poder a los pueblos y con tu brazo has rescatado a los que estaban cautivos y esclavizados".
La poderosa intercesión de San Pedro Nolasco logró muchos milagros y el Papa Urbano VIII lo declaró santo en 1628.
El día 19 de junio de 1655 fue introducido su nombre en el martirologio romano. El Papa Alejandro VI, el 11 de junio de 1664, extendió su culto a toda la Iglesia fijando la celebración litúrgica el 29 de enero con oficio y misa, antigua fecha que luego fue modificada y llevada al 6 de mayo, fecha de su nacimiento al Cielo.
Fue el respaldo de la Iglesia a una vida y actividad apostólica surgida en ella y para ella: la actividad liberadora
Desde entonces y ahora, en honor a San Pedro Nolasco se levantan templos, en cuyos altares es venerada su imagen; con su nombre se establecen instituciones sociales, educativas, civiles, eclesiásticas; muchas ciudades lo aclaman su patrono, etc.
Tomado de la pagina www.pildorasdefe.net

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