Jesús se nos presenta como el buen Pastor, Él mejor que nadie nos conoce y nos ofrece la plenitud, por
eso nosotros le abrimos el corazón para que entrando Él en nuestras vidas sea el guía, sea el ejemplo, y nos impulse a buscar siempre esa vida que viene de Él y que está en Él.
Se nos presenta como la vida y la vida abundante, Jesús no nos quita la vida, nos la da en abundancia, el Evangelio de este IV Domingo de Pascua nos invita entonces a ser dueños de la vida que el Señor nos ofrece gratuitamente para que vivamos en plenitud. (Evangelio Sn. Juan. 10, 1-10)
Digamos con el Salmista en este día: "Señor tu eres mi Pastor, por eso nada me falta". (salmo 22)
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